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domingo, 10 de febrero de 2013


Este año en nuestro aniversario fuimos a caminar, como cinco minutos jaja.


Y encontramos este arbol (¿enredadera?) increíble. No sé como se llama pero pienso enseñarle esta foto a la gente que conozco que sabe de plantas a ver si me pueden decir. ¡Quiero uno! 
Desde que llegamos hasta que nos fuimos, que debo confesar fueron más de cinco minutos, pero no estabamos avanzando en nuestra caminata; cayeron sin parar pétalos y flores.

 

 

Nos fuimos al atardecer.

-S

miércoles, 27 de abril de 2011

Dig a Pony

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lunes, 11 de enero de 2010

martes, 28 de julio de 2009

Kioto









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lunes, 13 de abril de 2009

¡Mi sueño dorado!



Desde muy pequeña mi sueño ha sido ir a japón, y cuando me enteré que por fin iba a pasar, brinque por la calle, grite de emoción, saque todas las cosas que tenía guardadas para el día en que se cumpliera y estuve casi toda la noche sin dormir imaginandome todo lo que iba a hacer.
Y a pesar de que esa misma semana tuve pequeñas noticias malas, mentiras escondidas y varíos inconvenientes, no fueron suficientes para quitarme la emoción.
Es como un pasillo largo sin ningún adorno, sin puertas ni ventanas en sus paredes, que recorre un camino largo, tan largo como el alcance de la vista, es plano y dentro de él no hace ni frío ni calor. Durante todo el tiempo que estas ahi dando un paso trás otro te imaginas lo que encontrarás al final, tienes una idea, tienes muchas fantasías, pero llevas tanto tiempo dentro del pasillo, que piensas más que nada en él. En cómo fue que entraste a él, a donde creíste que saldrías cuando terminaras de recorrelo, en cuanto tiempo creíste que encontrarías la salida...
Pero el pasillo no es un estado constante de monotonía, el pasillo está ahí mientras comes, mientras besas, mientras duermes y mientras vas a la escuela; el pasillo no te cubre, sólo sigue ahí porque no has llegado a la salida.
Y un día finalmente llegas al punto donde se ve la puerta que se encuentra al final, ves el tamaño de la puerta que oculta a la salida, y la forma de la manija, sabes que dentro de unos cuantos pasos vas a darle la vuelta y entonces te encontrarás con todo lo que hay del otro lado.
No sé si es así con todos los sueños o sólo con ir a Japón.

viernes, 20 de marzo de 2009